RESEÑA PUBLICADA POR CANDELA AIANDA EN EL SITIO EL FIN DE IBERO 90.9
Después de una sutil advertencia en el Mysery is a Butterfly, Blonde Redhead dejó atrás sus acentuadas disonancias, para darle mayor presencia a melodías mucho más digeribles. Abandonaron aquellos armónicos apabullantes que le daban mucho sentido al nombre de la banda, y varios sufrimos ese duelo. En abril del 2007 salió a la luz la última entrega de los legítimos herederos del No Wave. Una tenista con cuatro piernas ecuestres es el centro de la portada del 23: la nueva referencia al caballo de Kazu Makino. El disco más pop de Blonde Redhead sabe diferente, sí, pero en esa nueva dulzura radica la seducción, provocación más cercana a la exploración en el clímax del juego que nace entre el tú y el yo.
De las estructuras musicales de los otros discos, aquella extraña constancia sigue presente, hipnótica, como cada uno de los estratos que habían hecho del sonido de Blonde Redhead una buena arqueología sonora. Para consuelo de muchos, la batería conserva su postura protagónica, apoyada en la repetición de una misma figura por parte de las cuerdas, y las voces, que producen en conjunto armonías jugosamente tensas.
En el 23 cada detalle, de cada canción, nace de la sencillez misma y de la relación casi barroca que los instrumentos entablan unos con otros. Tanto musical como líricamente, ese es el problema central en el disco: el otro, el que va y viene, retratado como en time lapses que resguardan ese diálogo que lo invita a permanecer. La figura de aquel otro dibuja la continuidad, como en un caleidoscopio en donde la misma forma te lleva al infinito; así, cada canción revela una posibilidad diferente, una figura más que nace de la misma base geométrica.
December 21, 2007
December 20, 2007
December 19, 2007
Talvez os homens sejam as certezas que possuem...
Penso: talvez haja uma luz dentro dos homens, talvez uma claridade, talvez os homens não sejam feitos de escuridão, talvez as certezas sejam uma aragem dentro dos homens e talvez os homens sejam as certezas que possuem.
Pelo dedo que nos une, a tua morte tem avançado para dentro de mim como uma doença a querer progredir. Sinto a minha mão tão gelada como a tua, sinto o sangue a passar-me pelas veias da mão e a correr gelado pelo corpo todo, sinto o meu corpo tão gelado como o teu. Irmão, ouvi-te antes de morreres e tu não me ouves agora. As minhas palavras aqui são como palavras invisíveis de alguém que as leia, palavras a envelhecerem por não haver quem as compreenda, a perderem o seu significado, a misturarem-se imperceptíveis numa brisa em que ninguém repara. [...] Irmão, se estando morto continuasse pegado a ti, queria morrer agora para seguir vivendo.
Fragmento de Nenhum Olhar que versa sobre la muerte de un siamés -realismo mágico portugués-, novela de José Luís Peixoto.
Pelo dedo que nos une, a tua morte tem avançado para dentro de mim como uma doença a querer progredir. Sinto a minha mão tão gelada como a tua, sinto o sangue a passar-me pelas veias da mão e a correr gelado pelo corpo todo, sinto o meu corpo tão gelado como o teu. Irmão, ouvi-te antes de morreres e tu não me ouves agora. As minhas palavras aqui são como palavras invisíveis de alguém que as leia, palavras a envelhecerem por não haver quem as compreenda, a perderem o seu significado, a misturarem-se imperceptíveis numa brisa em que ninguém repara. [...] Irmão, se estando morto continuasse pegado a ti, queria morrer agora para seguir vivendo.
Fragmento de Nenhum Olhar que versa sobre la muerte de un siamés -realismo mágico portugués-, novela de José Luís Peixoto.
December 18, 2007
December 16, 2007
Y ¿quiénes son la Moma Nané y la Candela [que] Aianda?
Pues hace muchos años llegaron a Pocajú -esa isla extraviada en el Pacífico- dos siamesas unidas por el dedito meñique, tan longevas que desde que se recuerda, siempre han sido las nodrizas de los Marajás. Se criaron en el Barrio Locajú, donde los negros y latinos bembones llegaron, por lo que aprendieron su música. Al Marajá le gustaba oír sus arrullos y fábulas antes de acostarse para dormir como todo un lirón. Las hermanas llamábanse una Moma Nané y la otra Candela Aianda, una sabia y la otra maga. Moma Nané era la de izquierda y Candela la de la derecha; una era zurda y la otra diestra...
Somos muy hábiles tocando las percusiones y, por lo mismo, Sole Carmona nos eligió para arrullar al Marajá, contándole historias. Como el Marajá duerme tan bien, la PKJU ha decidido compartir con todo el pueblo pocajuta las grabaciones que noche con noche le tocamos al Marajá cuando quiere conciliar el sueño; gracias al apoyo de la Radio Pocajú Internacional podemos transmitirles los arrullos y fábulas que sabemos los harán bailar. Así que sintonícennos, a través de Ibero 90.9 todos los sábados a las 10 a.m.
Aceptamos sugerencias y, sobretodo, acompañamientos musicales vía el mp3. También estamos en busca del amor. [mmmh]
Queremos conocer a un un par de siameses varoniles, bien guapachosos y sabroseables, bailaores, correctos de los usos y costumbres y respetuosos; lo más importante es que cuenten con disponibilidad de horario y movilidad, pues los fines de semana que nos establecemos en México, damos giras por el interior de la república para exhibir nuestro oscuro y aterrador dedito meñique: no todo en la vida es cuidar Marajás que temen a la oscuridad.
Contamos con un par de alter egos (también viven en México) que nos representan en la estación de la Universidad Iberoamericana: Claudia Jiménez y Zazil Collins, una disque antropóloga y la otra poeta de segunda división beisbolística. En efecto, no somos perfectas: somos siamesas.
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